El amigo Antonio Galisteo, con quien hemos recorrido muchos kilómetros de sierra, nos puso en la pista de esta posición que se encuentra en Los Molares (Pinares de San Juan) y que formaba parte de la defensa que la 76ª Brigada Mixta del ejército popular de la república (EPR) mantenía al sur de Alcaudete y que cubría la franja de terreno enfrentada a las poblaciones de Luque, Fuente Tójar y Almedinilla en poder del ejército sublevado.
En este mismo paraje ya visitamos en su día las >===> Posiciones Republicanas en la Subbética <===<. Todo este conglomerado formaba parte del Centro de Resistencia que defendía el IV Batallón de la 76ª BM.
Puesto de mando |
La posición se extiende por una trinchera continúa de unos 30 metros, con dos fosos que corresponderían al puesto de mando, de unos 4 x 3 m y a la posición para el arma automática de 2,5 x 2,5 m (probablemente un fusil ametrallador). Se alza en un cerro que se posiciona en la cota 398, con gran campo de visión, hoy nulo por la repoblación forestal llevada a cabo.
Foso destinado al arma automática. Frente a él los rebajes para el posicionamiento de la misma y del tirador que la cubría |
Subiendo hacia este enclave encontramos lo que parecen los restos de un camino cubierto a retaguardia que se convierte en trinchera zigzagueante hasta llegar a la posición.
Como ya sabemos, el islote de resistencia es la posición que defiende el pelotón, la unidad mínima militar capacitada para combatir de manera autónoma. Está formado por tres escuadras (18 hombres) liderados por un sargento. Estas posiciones tenían de 15 a 30 m de largo por 10 o 15 de ancho (La Fortificación de Campaña en la Guerra Civil - Jacinto M. Arévalo Molina).
Paralela a ella y algo adelantada hacia la caída del cerro encontramos los restos de otra línea hoy desaparecida casi por completo.
Descendiendo hacia la línea adelantada |
Restos de la posición adelantada |
Las posiciones que encontramos en los Pinares de San Juan se encontraban en primera línea de frente y llegaron a estar a 2-3 km de las posiciones nacionales.
Que interesante es todo lo que publicas y lo más es que se conozca lo que pasó aquí. Hay que pensar en las modificaciones forestales que hoy en muchos caso han anulado los distintos vestigios que no son de hormigón. Muchas gracias y un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias Paco. Las repoblaciones forestales, el cultivo de la tierra y el olivo (sobre todo en el sur de nuestra provincia) han cambiado mucho el paisaje y, lógicamente, han sepultado muchas trincheras. El hormigón resiste bien, y bueno, no deja de sorprenderme como también aguantan las construcciones en piedra seca. Es increíble. Un abrazo amigo.
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