miércoles, 23 de octubre de 2019

Nidos de la Torre de la Porqueriza - Tózar - Moclín (Granada)

Los pueblos de Moclín ya fueron frontera hace siglos. La Torre de la Porqueriza, o Torre de Tózar, es una torre nazarí que formaba parte del sistema defensivo del Castillo de Moclín frente a las tropas castellanas. Hoy en día, convive altiva junto a fortificaciones mas recientes construidas por las tropas nacionales durante la guerra civil.
Esta posición defensiva consta de cuatro nidos de fusileros, cuya misión sería vigilar la carretera de Tózar a Olivares y Moclín. Forma parte de una red mucho más extensa que construyó la 32 División del ejército franquista y que se extendía desde Granada a Almedinilla (Córdoba) pasando por los pueblos de Moclín y Alcalá la Real.
Vista desde Tózar. En primer plano, la Torre
 que nos ocupa. Al fondo, la Torre de 
Mingoandrés, que también formaba
parte del sistema defensivo
del Castillo de Moclín
La Torre de la Porqueriza se alza sobre los 950 m. El campo de visión que ofrece es impresionante.
Dentro del círculo rojo, los nidos
Para poder acceder a la cima, hay
que rodear el cerro
Aproximándonos. A la izquierda asoma
la torre y a la derecha los nidos
El primer nido se encuentra más al norte, junto a la Torre Vigía, y presenta tres aspilleras. La central con rebaje para la ubicación de arma automática, posiblemente un fusil ametrallador. También hay apertura para desagüe.
Frente al nido, en primer término,
el cerro de Pitel, también fortificado
y que os mostraremos en otra entrada
Desde la tronera, el cerro de Pitel
en primer término, y la figura inconfundible
del Castillo de Moclín
Desagüe
Junto a la Torre, y aprovechando la piedra natural, nos encontramos con lo que pudo ser un descansadero, albergue o refugio para tropa.
Vistas desde la Torre. Podemos observar la carretera que nos conduce desde la N-432 a Tózar y Limones.
Nos dirigimos a los nidos restantes, en el otro extremo del cerro.
Aquí encontramos los otros tres nidos, dos de ellos adosados entre si.
En la siguiente imagen, las vistas desde estos nidos, con Tózar al fondo. En el mismo pueblo, y dentro del Parque Arqueológico Conjunto de Tózar, se encuentran unas trincheras puestas en valor, y en nuestro camino del pueblo hacia la Torre, encontramos otras, que sobreviven con mucha menos suerte. Ambas os las mostraremos más adelante.
Nido 2. Construido junto a la roca
Nidos 3 y 4. Adosados
En el otro extremo, la torre y el nido 1
Al regresar, echamos un último vistazo atrás


jueves, 3 de octubre de 2019

Fortín de los Corralones - Fuente Tójar

En Fuente Tójar ya hemos recorrido los fortines y casamatas franquistas del Cerro de las Cabezas, y el refugio ubicado en la aldea de El Cañuelo. Hoy visitamos lo que queda del fortín que se construyó para el asentamiento artillero ubicado en el paraje conocido como los Corralones.
Es casi seguro, que sin el trabajo realizado por Fernando Leiva Briones (cronista oficial de Fuente Tójar) y documentado en su obra "Testimonios Materiales de la Guerra Civil (1936-1939) en Fuente-Tójar", este fortín y su historia pasarían desapercibidos para todos nosotros, confundidos con los restos de cualquier cortijada.
Vista frontal y único acceso
orientado al norte
El fortín servía de albergue para la tropa allí destacada. Los Corralones se encuentran al norte del Cerro de las Cabezas, y cerca de este fortín, camuflada,
había una pieza de artillería de 75mm.
Por la obra de Leiva Briones, conocemos quien servía esta posición artillera:

"La guarnición pertenecía a la 16 Batería del Regimiento Pesado nº 1 de Córdoba y estaba compuesta por trece números llegados en noviembre de 1938: un teniente (A, de Bilbao), dos sargentos (J. R. P., de El Esparragal de Priego, y A. H., de Cabra), dos cabos (J. R. E., de Las Lagunillas de Priego, y Facundo Barea Pareja, de Fuente-Tójar, que es nuestro informante,  y ocho soldados, entre ellos, V. O. L. de Los Villares (Alcaudete), y A. A. G. “El B.”, de Los Ríos (Almedinilla)"

Llama la atención la procedencia cercana de suboficiales y tropa.

Vista desde la ventana
orientada hacia el oeste
Sabemos que estuvo techado, porque aún se observan los vanos donde se apoyaban las vigas y algunas tejas.
Esta posición haría frente a los posibles asaltos republicanos por el camino de Alcaudete (hoy ruta de los Barrancos) o por la carretera del Positillo (que nos lleva hasta el fronterizo Río San Juan)
Detalle del enlosado de la ventana
y de los anclajes de la puerta, hoy
en día totalmente desaparecida
También encontramos huellas de posibles tabicaciones  que dividirían el blocao.
Como se puede ver en las imágenes siguientes, el fortín se encontraba parapetado en un enclave natural de roca, protegido de la visión del enemigo.
La marca blanca nos señala
el fortín
Lo que el enemigo no ve
Hace 3 años visitamos el Museo de Fuente-Tójar y pudimos ver lo que allí se conserva referente a la Guerra Civil. Restos de munición, cartuchería, armas, etc. Es nuestra intención regresar para enseñároslo, una vez tenido conocimiento del datado de dichos elementos por Leiva Briones en la obra anteriormente citada.