viernes, 31 de agosto de 2018

Trincheras de las Morras del Cuzna - Villanueva del Duque

En la N-502, desde Espiel hasta Alcaracejos y una vez salvado el río Cuzna, encontramos los restos de estas trincheras republicanas, enclavadas en uno de los cerros que forman el paraje denominado Morras del Cuzna.
Aunque en la siguiente imagen tomada de Google Earth, aún se aprecia su trazado, hoy en día recorrerlas es casi imposible. La maleza lo inunda todo, y  gran parte de su recorrido está colmatado. Asimismo, al haber sido una zona de explotación minera, es particularmente peligroso por la presencia de pozos, galerías y otras construcciones apenas visibles.
Al compararla con una imagen aérea de los años 50, podemos observar algún detalle más.
En la parte baja de la trinchera encontramos éste habitáculo que pudo formar parte del complejo minero ya existente antes y que pensamos que fue utilizado como polvorín o refugio antiaéreo pues está comunicado directamente a la trinchera.
Entrada.
Desde el interior.
En los primeros días de marzo de 1937 comenzó la ofensiva nacional sobre el valle de los Pedroches. El día 15 del mismo mes, el teniente coronel Baturone entraba en Alcaracejos cruzando el río Cuzna y las Morras, rebasando este enclave.
Zigzagueo típico de trinchera.
 Nos llamó la atención la cantidad de pozos de tirador en trinchera que aún se dibujaban en la parte reconocible de la misma.
La maleza ocupa el lugar de los tiradores.
La línea de trinchera camina parte del trayecto en paralelo a los restos de las explotaciones mineras que desde tiempos romanos han existido en esta zona. Con toda seguridad estos túneles, galerías y pozos se utilizaron por parte de la tropa allí emplazada.
Restos de explotaciones mineras.
Una vez fracasada la ofensiva nacional, y terminada la Batalla de Pozoblanco, esta línea sería de nuevo recuperada para la República. Desde estas alturas se controlaban gran parte de las posiciones franquistas, Cerro Sordo, el Viñón, etc.
A los pies de la trinchera, el Cuzna.
A su izquierda, la carretera de Alcaracejos.
Frente a él, las posiciones enemigas, destacando
en el centro, Cerro Sordo.
Refuerzo de piedra sobre trinchera.
Refuerzo de piedra. Detalle.
Algunas imágenes más de lo que aún se adivina como trinchera. La naturaleza, como siempre, va recuperando lo que le pertenece.
Por último, agradecer a Bartolomé Rodriguez que nos descubriera y guiara en esta ruta, así como en otras que ya os iremos mostrando más adelante. Muchas gracias Bartos.

2 comentarios:

  1. Como siempre muy interesante la labor de descubrimiento de esta parcela de la historia poco estudiada. Y el guía inmejorable, ampliamente conocedor del entorno sobre todo minero. Un abrazo

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    1. Muy de acuerdo en lo que escribes sobre el guía. En dos salidas que hemos hecho juntos (hasta ahora) nos ha inoculado el venenillo de la mineralogía y ahora miramos las piedras de diferente forma. Muchas gracias Paco, un abrazo, nos vemos pronto.

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