Tras el 18 de julio, el Cerro de las Cabezas fue tomado por las fuerzas de Priego. Estableciéndose allí un puesto de vigilancia, y sufriendo el primer ataque de las fuerzas republicanas el 23 de Octubre, que hizo huir a los falangistas de Fuente Tójar, dejando un herido en el camino.
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| Desde esta toma, además del gran campo de visión, podemos observar a la izquierda el 2º nido |
Esta ocupación duró poco, las fuerzas franquistas contraatacaron por sorpresa, e hicieron huir a los republicanos, dejando atrás tres muertos, material de guerra y un prisionero.
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| Acercándonos al nido |
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| Más cerca. Podemos ver una de las aspilleras que aún se conservan |
Debido a su importancia estratégica (desde la meseta que domina el cerro se controlaba Fuente Tójar y las vías de acceso a Priego) y unido a su condición de defensa avanzada de la orilla occidental del Río Caicena frente a las líneas republicanas, el Cerro de las Cabezas cambió varias veces de dueño durante la guerra.
En 1937, dentro de la maniobra de distracción por parte del Ejercito Republicano, frente a la toma de Málaga, el Comandante Pérez Salas ordena un ataque sobre la linea Villafranca - Montoro - Villa del Río - Lopera y Porcuna. También atacan por la aldea de Zamoranos y Fuente Tójar, por lo que el Cerro de las Cabezas vuelve a manos republicanas, pero por poco tiempo, ya que es recuperado por un fuerte contraataque enemigo.
Posee tres aspilleras, que por su tamaño y angulo, indican que son de fusileros.
El interior, de un metro de ancho por tres de largo no lo hace apto para instalar armas automáticas.
Pepe extraordinario trabajo, y se ve que la subida es considerable. Buenas construcciones de un pasado que nos trae malos recuerdos, de unos tiempos en los que sufrió mucha gente.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Paco. El cerro está en una posición privilegiada, con unas vistas impresionantes. No es difícil su acceso, se alza en los 750 msnm, y Fuente Tójar anda por los 600. Puedes acercarte bastante con el coche. Respecto a su construcción, a mi no deja de sorprenderme el estado en el que aún se conservan muchas de estas fortificaciones, a pesar de su abandono generalizado. Si algún día decides ver alguno en concreto, yo estaría encantado de acompañarte
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